Vivir en armonía

¿Cómo vivir en armonía? Seguro que todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos hecho esta pregunta y, en especial, en aquellos momentos en los que nos sentimos absorbidos por la vorágine de la cotidianidad y los ritmos diarios que tantas veces nos hacen sentir faltos de paz y descanso.

Son muchas las cosas que nos rodean (actividades, compromisos, tareas…)  y a veces se hace necesario tomar un momento de calma e introspección para hacernos conscientes de que alcanzar la armonía anhelada es algo viable y posible.

Para comenzar, es importante caer en la cuenta de que todas las personas contamos con diferentes dimensiones: familia, amigos, ocio, espiritualidad, trabajo… Se hace necesario que exista un cierto equilibrio entre ellas para poder sentirnos unificados. En otras palabras, cada persona cuenta con diferentes espacios vitales, como si de una “rueda de la vida” se tratara, en el que cada dimensión sería una porción de nuestra vida que. En su conjunto, todas requieren de una cierta estabilidad si queremos alcanzar sosiego y bienestar.

Me gustaría compartir, de manera humilde y sencilla, algunas reflexiones y/o experiencias con el deseo de que puedan aportar luz y ser de ayuda en el camino de la armonía.

• Eloy Moreno, un escritor español, en sus libros “Cuentos para entender el mundo” y “El Regalo” alude a una breve frase que, contextualizada, esconde una sabia lección: “Esto también pasará”. Con estas palabras, se nos quiere invitar a disfrutar de lo bueno y bello que nos acontezca y, por otro lado, a no preocuparse en exceso ante los problemas y adversidades; ya que, sea una u otra la situación, “todo pasa”. Tiempo para disfrutar de lo maravilloso y tiempo para ser pacientes frente a los oleajes vitales.

• A propósito del tiempo: Regálate tiempo para meditar, para orar, para contemplar la naturaleza, para leer, para hacer aquello que te gusta y te llena de satisfacción, A menudo pensamos que dedicarnos y concedernos nuestro propio espacio es un acto un tanto egoísta; sin embargo, se hace necesario e importante para sentirnos bien con nosotros mismos. De lo contrario, difícilmente podremos experimentar afablemente todo lo demás.
• Comparte: Una vida en armonía también requiere de la presencia de otros. Da lo mejor de tí. Compartir nos enriquece, nos amplía la mirada, nos ensancha el corazón, nos ofrece la posibilidad de llegar más lejos, a lugares que quizás ni sospechamos… Compartir con los demás nos ayuda a crecer.
• Coherencia: Si buscamos en el diccionario algunas de las acepciones que figuran a dicho término son: “conexión, relación o unión de unas cosas con otras”, “actitud lógica y consecuente con los principios que se profesan”… Es decir, en el terreno que nos ocupa, es un toque de atención para que tus pensamientos y sentimientos puedan quedar reflejados en tus actos, en tu estilo de vida. Sería contradictorio que tus acciones fueran diferentes con aquello que sientes y, por consiguiente, una manera de distanciarse de la armonía.

Ójala este pequeño artículo pueda ser una herramienta para ser conscientes de que el cuidado de pequeñas actitudes y rutinas, pueden suponer un giro que nos impulse a avanzar y a seguir caminando con alegría y esperanza, con respeto hacia uno mismo, y hacia los demás. La armonía como presente.

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Mamen Pérez

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