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El clima de nuestro planeta está cambiando constantemente y este problema medioambiental global es cada vez más amenazante para la humanidad.
Algunos climatólogos creen que el cambio climático es un proceso planetario natural y que no debemos temerlo. Pero la mayoría de los científicos creen que el cambio climático es la causa del deshielo de los glaciares y de la subida de los océanos, así como de la mayor frecuencia de las sequías estivales, los potentes huracanes y las inundaciones.
Causas del cambio climático
El clima del planeta está influenciado por el sol. La radiación solar calienta la superficie de la Tierra de forma irregular (con más fuerza en la zona ecuatorial), y como resultado, los vientos y las corrientes marinas tienden a moverse en una determinada dirección. Cuando la actividad solar aumenta, se producen calentamientos y tormentas geomagnéticas.
Los desplazamientos de la órbita planetaria, los cambios en el campo geomagnético, el movimiento de las placas continentales y oceánicas y las erupciones volcánicas son causas naturales del cambio climático. A lo largo de la historia del planeta han influido en el clima, contribuyendo a sus fluctuaciones cíclicas, denominadas períodos glaciares e interglaciares.
Sin embargo, en la etapa actual de la existencia del planeta, a las causas naturales del cambio climático se sumaron las antropogénicas, es decir, las asociadas a la actividad humana. La causa principal es el efecto invernadero. Desde principios del siglo XXI, su impacto en el planeta es ocho veces mayor que el de la radiación solar.
El efecto invernadero se refiere a la retención en la atmósfera del calor irradiado por el planeta. Es decir, la atmósfera actúa como una película impermeable y la Tierra puede compararse con un enorme invernadero. La radiación solar atraviesa la atmósfera terrestre y calienta la superficie. Pero el calor procedente de la superficie calentada del planeta no puede escapar al espacio y permanece en las capas atmosféricas. La razón es que, como consecuencia de la actividad humana, se acumulan en la atmósfera gases que atrapan la radiación infrarroja de onda larga que emana del planeta. Estos gases se conocen como gases de efecto invernadero.
Factores del cambio climático
Merece la pena describir con más detalle los factores que contribuyen al cambio climático global en la Tierra:
- Radiación solar. La actividad solar variable ha sido responsable de las variaciones climáticas y del paso de una edad de hielo a un periodo interglaciar a lo largo de la existencia del planeta. Además, la estrella cercana está envejeciendo y expandiéndose gradualmente, por lo que su influencia sobre el planeta está aumentando.
- Gases de efecto invernadero que se acumulan en las capas bajas de la atmósfera. Entre ellas se encuentran:
- El vapor de agua, un gas natural que interviene en la formación de las nubes.
- El dióxido de carbono, un gas que aparece en la atmósfera como resultado de la descomposición de la materia orgánica y de las erupciones volcánicas, es consumido por la vegetación (debido a la actividad humana su cantidad crece más rápido de lo que las plantas pueden absorber).
- El metano entra en la atmósfera como resultado de la quema de residuos biológicos, del gas natural y de la minería del carbón, permanece en las capas atmosféricas durante algunos años y provoca el efecto invernadero de forma mucho más activa que el dióxido de carbono.
- El ozono estratosférico y el troposférico, el primero protege al planeta de la luz ultravioleta dañina, el segundo crea un efecto invernadero, un peligro para los organismos vivos y es generado por las emisiones industriales.
- Los cambios en la órbita de la Tierra, causados por la influencia de la Luna y los planetas del sistema solar, provocan cambios en la intensidad de la radiación solar que llega a la superficie de la Tierra.
- Actividad volcánica. Los gases y las partículas expulsadas a la atmósfera durante las erupciones afectan al clima, provocando un descenso de las temperaturas y sequías. Una vez depositados en las laderas de las montañas, pueden provocar un alud o una avalancha de barro.
- Los gases de efecto invernadero se acumulan en la atmósfera como resultado de una serie de factores antropogénicos:
- La combustión del combustible
- El uso de aerosoles
- La liberación de residuos industriales pesados
- El tratamiento químico de las tierras agrícolas
- Actividades ganaderas
- La deforestación
- Los vertederos y el vertido de residuos.
Si los factores antropogénicos no se sumaran a los naturales, el cambio climático no sería tan pronunciado.
Los impactos del cambio climático
Las consecuencias negativas del cambio climático son mucho más numerosas que las positivas.
Lo que se puede destacar del impacto positivo es el:
- Aumento del rendimiento de los cultivos en climas templados
- Aumento de la productividad de las biocenosis forestales
Impactos negativos del cambio climático:
- Aumento de la humedad del clima e incremento de la irregularidad de las lluvias, lo que provoca sequías e inundaciones más frecuentes.
- Un aumento del nivel del mar, la inundación de pequeñas islas y tierras bajas costeras.
- Cambio de los hábitats de los organismos vegetales y animales con demasiada rapidez (los científicos predicen la extinción del 30% de las especies mal adaptadas).
- Derretimiento de los glaciares, aumento del riesgo de avalanchas y deslizamientos de tierra.
- Disminución de las precipitaciones y de la disponibilidad de agua dulce, y escasez de agua potable.
- Reducción del rendimiento de los cultivos en las zonas agrícolas no templadas.
- Impacto negativo en la salud humana, mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares, mentales y algunas otras.
- Reducción del suministro de alimentos de la población.
Formas de abordar el problema
Para que las nefastas consecuencias del cambio climático global no se conviertan en realidad, la humanidad debe reducir urgentemente la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Esto requiere una transición hacia fuentes de energía limpias y renovables. Y es inevitable en el futuro, ya que las fuentes de combustible que se venden actualmente no son renovables y se agotarán tarde o temprano.
Para reducir la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, es necesaria la reforestación.
Por desgracia, hasta ahora se ha producido el proceso contrario, la tala intensiva.
La comunidad de países desarrollados ha organizado programas para combatir las emisiones de gases de efecto invernadero. Se están llevando a cabo proyectos para conservar los bosques, para aumentar las áreas cubiertas de vegetación. Los países en desarrollo se han comprometido, en el marco del Protocolo de Kioto, elaborado en 1997, a reducir las emisiones industriales de gases peligrosos. A nivel mundial, el número de empresas e instalaciones económicas que utilizan la energía eólica y solar para la generación de combustible está aumentando considerablemente.
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