La toma de decisiones de los directivos es una de las principales actividades de gestión. Es un proceso creativo del que depende la eficacia de la empresa.
Proceso de toma de decisiones de los directivos
Es necesario comprender que la toma de decisiones consiste en elegir entre una serie de opciones para conseguir un resultado concreto. Una segunda definición del proceso es también la capacidad de formarse una opinión o llegar a una conclusión basada en la información que ya tenemos y en la experiencia previa. A la hora de tomar decisiones de gestión, hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Tener una idea clara del objetivo. Comprender cuál será el resultado antes de llegar a una determinada conclusión.
- Decidir quiénes participarán en el proceso de toma de decisiones de la dirección y qué funciones desempeñarán. Es necesario establecer quiénes participarán, ya que algunas personas aportarán la perspectiva de la implementación, otras recopilarán información y otras tomarán decisiones en cada etapa. La asignación de funciones en este proceso es fundamental para que el directivo tenga éxito en la toma de decisiones de gestión.
- Reducir al máximo la incertidumbre y el riesgo antes de sacar conclusiones. Esto se hace recogiendo información, lo que también lleva tiempo y crea el riesgo de nuevas variables.
- Es necesario hacer elecciones e informar al personal. Explicar al personal qué decisión se ha tomado y por qué. A continuación, basándose en la información recibida de los empleados, se debe evaluar y ajustar la conclusión final.
Así pues, el proceso de toma de decisiones de la dirección es un ciclo en el que primero se determina el área de decisión que se va a tomar, luego se informa a las personas de la organización que van a participar en el proceso y, por último, se evalúa el resultado y se hacen los ajustes oportunos.
El proceso de toma de decisiones de la dirección
El primer paso en el proceso de toma de decisiones de gestión es identificar claramente las variables. Hay algunas preguntas clave que debe hacerse:
- ¿Cuál es el resultado deseado?
- ¿Hay algún indicador específico que se vaya a utilizar?
- ¿Hay criterios de selección y qué opciones se tiene para la conclusión?
- ¿Cuál es el plazo de la decisión?
- ¿A qué o a quién afectará?
Si no se tienen las respuestas a todas estas preguntas, se tendrán objetivos poco claros, lo que puede llevar a tomar decisiones equivocadas. La incertidumbre sobre el momento y sobre quiénes participarán en la aplicación de la decisión puede llevar al fracaso.
Principios de la toma de decisiones de la dirección
Existen cuatro principios para la toma de decisiones de la dirección que se pueden emplear:
- Autoritario
- Participativo
- Democrático
- Consensuado
La elección de cuál de estos cuatro principios utilizar depende de dos variables:
La urgencia de la decisión. Desde la baja urgencia, en la que se cuenta con tiempo suficiente para tomar una decisión, hasta la alta urgencia, en la que es necesario tomarla ya.
La gravedad de la decisión y su impacto en el futuro. Desde lo no grave, que tendrá poca repercusión, hasta lo muy grave, que tiene una gran repercusión.
Elección del principio de toma de decisiones de la dirección en función de las variables
Es fundamental elegir un principio, dada una u otra variable.
El principio autoritario, la decisión se toma desde arriba. No hace falta la participación de terceros porque a veces puede ser contraproducente. En general, este método suele utilizarse en las pequeñas empresas con una estructura de gestión vertical y en las que el jefe o el propietario de la empresa es el único que toma las decisiones. En las organizaciones más grandes, este método se utiliza cuando hay que tomar una decisión urgente, de bajo riesgo y sin consecuencias graves.
El principio participativo es una decisión que tiene en cuenta las aportaciones de las personas implicadas en el proceso. Este método se utiliza cuando la decisión tomada implica un alto riesgo. La información adicional de más personas reduce el riesgo de tomar una decisión de gestión equivocada. Además, los riesgos de ejecución se reducen porque las personas han tenido la oportunidad de contribuir y opinar sobre la decisión final. Este método se utiliza cuando no hay mucha urgencia, pero la propia elección tiene un gran impacto en los resultados económicos de la empresa.
El principio democrático se emplea para decisiones no serias con un plazo establecido por el propietario de la empresa. La mayoría de las veces se trata de cuestiones organizativas que se deciden por mayoría.
El principio de consenso se lleva a cabo cuando hay que tomar una decisión de gestión muy seria y se dispone de poco tiempo. El proceso implica a diferentes departamentos y equipos de la organización, cuyo interés por la decisión correcta es muy alto. La decisión final se toma después de que cada departamento haya dicho sí.
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