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Tareas y funciones de la planificación de la producción
Para gestionar eficazmente la producción, hay que planificarla: fijar metas y objetivos para las actividades económicas y financieras de la organización y determinar cómo alcanzarlos. Es decir, es necesario formular las tareas de planificación (actividades, acciones) y establecer plazos concretos para su ejecución. En este caso, la organización se considera un sistema formado por varios niveles en el que el objeto de gestión del nivel superior es el sujeto de gestión del nivel inferior.
Por ejemplo, si la empresa tiene una estructura de taller, el superior inmediato del trabajador no es el director, sino el jefe de taller, que es a la vez objeto de gestión del director y sujeto de gestión del trabajador.
Para un subsistema de cualquier nivel, la aplicación de la función de planificación es muy importante. Dado que todos los subsistemas de gestión de la empresa son componentes de un único sistema, es obligatorio acordar los objetivos de su funcionamiento. Al mismo tiempo, el contenido de la planificación puede variar en función del lugar que ocupe el subsistema en la jerarquía de gestión global, de su función. No cabe duda de que existe un vínculo entre los planes de la planta, el taller, el lugar de trabajo y la asignación del empleado, pero el contenido de estos planes es diferente.
La planificación de la producción implica hacer una previsión del futuro. Lo importante es el futuro deseado. El resultado de la planificación son las decisiones planificadas por las que se guía la empresa en sus actividades. La planificación de la producción en una economía de libre mercado es mucho más difícil que en una empresa gobernada de forma centralizada, porque la dirección tiene que elaborar sus propias perspectivas de desarrollo.
De lo anterior se deduce que una planificación eficaz de la producción en las condiciones actuales del mercado sólo es posible si se modernizan los principios, las formas y el contenido del proceso de planificación.
Sin embargo, muchas empresas siguen planificando sus actividades basándose en el anterior principio de lo que se ha conseguido. Mientras que antes las empresas aplicaban este principio para aumentar los volúmenes de producción año tras año, ahora las empresas se centran en aumentar la utilización de su capacidad de producción. Esto no siempre tiene en cuenta la posibilidad de vender los bienes producidos y recibir ingresos completos por ellos.
Por lo general, el costo de producción no se calcula con mucha precisión, aunque este indicador se utiliza a menudo como base para los objetivos de planificación. La desviación del costo de producción calculado con respecto al real puede ser de hasta un 20% y más. El método de determinación de los costos indirectos (proporcionales) contribuye en gran medida a la falta de fiabilidad de los resultados obtenidos.
Componentes de un sistema de planificación de la producción
Un sistema de planificación de recursos y procesos de producción consta de cuatro componentes:
- Estrategia
- Tácticas
- Programa de producción
- Calendario de producción
La planificación de la producción es necesaria, en primer lugar, para determinar las normas de producción que garanticen la satisfacción de los clientes, socios y consumidores de los productos.
A la hora de elaborar un plan de producción, hay que tener en cuenta los siguientes puntos:
- ¿Qué cantidades de producción se necesitan, qué bienes y para cuándo?
- ¿Qué recursos se necesitan para ello?
- ¿Cuáles son las capacidades de producción y los recursos de la empresa?
- ¿Qué costos adicionales serán necesarios para organizar la producción y la comercialización de los bienes en la medida necesaria para satisfacer la demanda?
Las respuestas a estas preguntas dependen de la prioridad y la productividad.
La prioridad es el alcance real, el volumen y el tiempo de salida. La prioridad la dicta el mercado. La productividad es la capacidad de la empresa para llevar a cabo actividades de producción, para realizar trabajos y prestar servicios. Depende de los recursos de que disponga la empresa (equipos, personal, capital) y de la entrega y suministro puntual de las materias primas, el trabajo y los servicios adquiridos para la producción.
En términos de un pequeño período de tiempo, la productividad (capacidad de producción) es la cantidad de trabajo que se realiza por unidad de tiempo utilizando mano de obra y equipos.
Lo cual debe reflejarse en el plan de producción:
- Alcance y el volumen de la producción, tanto en términos físicos como en términos monetarios
- Nivel de inventarios de producción, que será suficiente para evitar el tiempo de inactividad en caso de escasez de materias primas y suministros
- Programa de producción de la empresa
- Cantidades necesarias de materias primas y suministros
- Costos de los bienes producidos
- Costo unitario de producción
- Beneficio marginal
Principios básicos de la planificación del proceso de producción
La planificación y organización del proceso de producción consiste en la capacidad de prever los objetivos y el rendimiento de la empresa y determinar los recursos necesarios para alcanzar dichos objetivos.
El desarrollo de un plan de producción debe basarse en los siguientes principios científicos:
- Principio de necesidad de la planificación. Este principio exige el uso obligatorio y omnipresente de planes para todos los procesos de la empresa. Si se descuida, algunas operaciones no se realizarán correctamente o el cambio de orientación no se producirá a tiempo. Esto puede llevar a una crisis o incluso al colapso de la empresa.
- Principio de continuidad. Plantea la necesidad de planificar las actividades de producción de forma continua, de manera que los planes que se realicen se sucedan unos a otros sin que haya desfases temporales. Por ejemplo, los planes a medio y largo plazo requieren una revisión y un ajuste constantes: siempre hay que tener en cuenta las circunstancias actuales. Y como los planes anuales se elaboran sobre la base de los planes a medio plazo, también deben ajustarse.
- Principio de coherencia. Requiere coherencia en la elaboración de un plan consolidado de desarrollo socioeconómico de la empresa: debe basarse en los planes de los distintos departamentos y servicios de la organización y estar necesariamente vinculado al plan general.
- Principio de flexibilidad. Esto implica la necesidad de crear planes cuyo enfoque pueda cambiarse en función de la situación del mercado y dentro de la empresa (el nivel de demanda, los precios y las tarifas). No sólo los planes, sino también el propio proceso de planificación debe ser flexible.
- Principio de precisión. Este principio establece que los planes deben ser lo más precisos posible, en la medida en que la organización pueda permitírselo. La precisión también debe ser suficiente para hacer frente a los problemas que surjan. Su grado varía en función del nivel de planificación: cuanto más bajo es el nivel, mayor es el grado de precisión.
- Principio de participación. Esto significa que cada unidad de la organización, cada elemento del proceso de producción, debe participar en el proceso de planificación de la producción.
- Principio de la razonabilidad de los objetivos y la concentración en la consecución del resultado requerido. De acuerdo con este principio, las actividades de todas las partes de la producción deben estar orientadas a la consecución de un único objetivo prioritario. Esto se debe al carácter sistemático del proceso de planificación.
Además de los principios mencionados, en la elaboración de los planes se guían también principios generales como la ciencia, la coherencia, la exhaustividad, la optimización, la prioridad, la objetividad y la concreción.
Actualmente además de ser redactora del blog de la Universidad de CESUMA, colaboro en redes sociales de varias instituciones de índole humanista. De carácter alegre y emprendedor, me define la capacidad de apreciar todo aquello que aporta valor e identidad a las personas y promuevo la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
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