Actualmente existen muchos métodos de formación del personal. Pueden dividirse en métodos activos y pasivos.
Los métodos de formación pasiva incluyen conferencias y seminarios. No requieren una respuesta del alumno, por lo que la percepción de la información depende en gran medida de la voluntad y la motivación del propio empleado.
En este caso, el método activo de formación del personal presupone la participación activa de cada encuestado. Los juegos de negocios y la lluvia de ideas requieren la máxima concentración. Sin embargo, no existe una división estricta, ya que algunos métodos de formación son transitorios y combinan la percepción independiente del material con la posterior aplicación activa en un grupo.
Los diferentes métodos implican la posibilidad de una formación en el puesto de trabajo o en la empresa, en el trabajo o fuera del trabajo. Estas formas no son mutuamente excluyentes. Por ejemplo, el proceso puede organizarse en una oficina independiente de la empresa con formación en el puesto de trabajo. Sin embargo, hoy en día, la formación a distancia para los empleados es el modo más común de formación continua.
La formación en el puesto de trabajo suele ayudar a consolidar el material en la práctica. La formación fuera del trabajo permite ir más allá del pensamiento y aprender a actuar en situaciones no habituales.
Métodos de formación del personal más comunes
La conferencia es la forma más óptima de transmitir un gran volumen de información en poco tiempo y abarcar a un gran número de personas. Sin embargo, no hay «retroalimentación» por parte de los alumnos, lo que dificulta las correcciones en el transcurso de la lección si no asimilan la información. Para un empresario, la ventaja de un método de formación de los empleados mediante conferencias es también un componente financiero.
Un seminario permite una participación más activa de los alumnos. El diálogo permite averiguar si se ha asimilado el material teórico. En este caso, la eficacia de la formación de los empleados depende en gran medida del ambiente creado por el profesor y de si es capaz de provocar la reflexión de sus oyentes. Sin embargo, los seminarios están limitados por el número de participantes: si a una conferencia pueden asistir miles de personas, es poco probable que la comunicación con una audiencia tan grande sea posible.
Los tutoriales se consideran un método de formación moderno. Son muy fáciles y rentables de utilizar para la formación del personal de una organización. Este método, en la mayoría de los casos, no requiere encontrar un entrenador o una sala especial. Los empleados pueden estudiar a la hora y en el lugar que más les convenga. Los científicos llevan mucho tiempo demostrando que la visión humana y la memoria visual siempre prevalecen en la percepción del mundo que nos rodea. Por eso, las ayudas visuales y las lecciones en vídeo tienen un efecto muy bueno. Sin embargo, tienen una serie de desventajas. No permiten tener en cuenta las características individuales del alumno, y también privan de la oportunidad de discutir los detalles con el compilador de la lección.
La formación a distancia se ha hecho más habitual. Implica el uso de Internet, a través del cual el alumno recibe material de estudio y tareas. El nivel de aprendizaje se mide entonces mediante pruebas y exámenes. Todo un grupo puede estudiar junto, en la oficina o en casa, en cualquier momento conveniente. Sin embargo, para este método de formación, el empleado debe tener un alto nivel de autoorganización.
La formación de casos prácticos puede servir para formar eficazmente al personal. Consiste en la revisión de situaciones prácticas (casos) en las que un grupo de empleados analiza y discute una situación real o posible relacionada con su actividad directa. El enfoque anima a la gente a pensar de forma diferente. Cada participante tiene derecho a expresar su propia opinión y a relacionarla con la de los demás. Sin embargo, esto requiere un formador muy cualificado, lo que encarece la formación.
La formación en el puesto de trabajo se utiliza a menudo como una forma de coaching en el lugar de trabajo. Cuando los empleados llegan a un nuevo lugar de trabajo o se les presentan novedades, reciben información general sobre el trabajo que deben realizar.
La rotación temporal beneficia al personal, en la que un trabajador sustituye a otro. De este modo, se hacen una idea del carácter polifacético de las actividades de la empresa; en algunos casos, la comprensión de un proceso da un impulso para mejorar las propias actividades.
Algunas empresas utilizan el método de tutoría, en el que un empleado más experimentado supervisa el trabajo. El sentido de la responsabilidad del «senior» hacia el «junior» y los consejos prácticos hacen que esta asociación sea muy eficaz.
Los juegos de empresa son un método de formación en el que los empleados aprenden nueva información «representando» determinadas situaciones. En estas condiciones, se absorben los conocimientos lo más rápidamente posible y se practican las habilidades que luego se aplican en el mundo real. Normalmente, el juego va seguido de una sesión informativa, que ayuda a identificar y corregir los errores cometidos.
El brainstorming ayuda a reunir el mayor número posible de ideas diferentes. Uno de sus principios fundamentales es ofrecer el mayor número posible de opciones en poco tiempo. Bajo estrés, el cerebro tiende a generar ideas frenéticamente, aunque no todas, pero muchas ideas pueden contener racionalidad. El método ayuda a aflojar incluso a los empleados más indecisos, enseñando a la gente a escuchar las opiniones de los demás.
La narración de historias es excelente para adaptar a los nuevos empleados. A través de las historias, se introduce al empleado en las tradiciones y el ambiente de la empresa. Una de las formas más populares y eficaces de formar a los directivos en su trabajo diario se ha convertido en la tecnología del aprendizaje en la acción: el «action learning». Se basa en un grupo de empleados clave de la empresa. Los participantes no trabajan con ejercicios y situaciones simuladas, sino con tareas del mundo real.
En la formación práctica se presta mucha atención a la formación. Una formación corporativa de calidad, adaptada a las necesidades de la organización, puede dar resultados muy potentes. Sin embargo, no hay que esperar resultados serios en una sola sesión. Solo mediante la práctica y la repetición constantes se pueden consolidar los conocimientos adquiridos.
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