Alrededor de mediados del siglo pasado (Siglo XX) se oía en las empresas que se contrataría y evaluaría el desempeño de los empleados de acuerdo con sus competencias.
Para lograr esto se requería que el departamento de Recursos Humanos hubiera hecho una descripción del puesto y de las habilidades, conocimientos y actitudes que el candidato necesitaría para, de acuerdo con dicha descripción, fungir con éxito en la labor que se le hubiera asignado en la empresa.
Hacia fines del mismo siglo, esta tendencia pasó al ámbito educativo en donde se transitó, de un modelo conductista por objetivos, a un modelo de educación constructivista en donde, supuestamente, la planeación y evaluación del aprendizaje por competencias sería más congruente con el modelo pedagógico de moda.
Recuerdo que en esa época la capacitación nacional que se dio al respecto quería transitar rápidamente del modelo anterior al nuevo, para lo cual se implementó en toda la República, en educación básica, pública y privada cursos exprés en donde un experto nos exponía, de manera conductista, como ser constructivista… ¡En fin! Aparentemente había incongruencia en esta forma de capacitar y fuimos muchos los que nos quejamos de esto, sin percatarnos, por falta de experiencia y de profundización en el tema, que ninguno de los dos modelos es bueno o malo, todo dependerá de las circunstancias y el propósito que se quiera alcanzar.
Hablar de competencias en educación, después de reflexionar en la anécdota anterior, no debe limitarnos a un esquema de trabajo en donde, por ejemplo, ya no se determinen los objetivos, sino las competencias a alcanzar. Si consideramos el término de manera más amplia, nos podremos dar cuenta de que cuestiona a la educación misma, a los responsables de la educación y, hasta el último lugar, a los alumnos.
¿Quién es competente para dirigir la educación en nuestro país, estado, escuela o incluso hogar? ¿Cómo sé que realmente los docentes que están a cargo de los grupos cuentan con las competencias para desarrollar su cargo?
Pensando de esta manera, la instrumentación de esta modalidad de educación llevaría a replantearse cambios estructurales en el proceso educativo, desde macro niveles hasta ambientes más familiares como la clase o el hogar: ¿Qué competencias tengo? ¿Con qué recursos se cuenta para que pueda desarrollar las competencias que ya poseo? ¿Realmente son necesarias las competencias que exijo al evaluar a mi personal, a mis alumnos? Las personas, en sus habilidades y destrezas, en sus saberes y actitudes, se verán afectadas en este cambio; pero también lo serán los recursos materiales y económicos con los que cuento, así como la manera de hacer las cosas (procedimientos y herramientas).
Es conveniente, como docente, estar al día en las tendencias educativas, pero también es necesaria una mirada crítica a las posibilidades y recursos con los que se cuenta. Como dice el dicho “De la moda, lo que te acomoda”, con tal de estar presentables. Lo mismo en educación, con tal de lograr las metas educativas propuestas, toma los recursos que te sean funcionales.
Para hacer esta selección requiere que el docente desarrolle, capacidad de evaluación y de proyección, es decir, de soñar y querer alcanzar el sueño, sabiendo que tendrá que trabajar arduamente pues está consciente del lugar en el que se encuentra parado.
Pensar en competencias educativas, entonces, nos permitiría preguntarnos ¿Quién eres maestro? ¿Qué quieres? ¿Por qué y para que educas?… o tú ¿Qué piensas?
Por todo ello, es que en Cesuma ofertamos nuestra Maestría en Competencias Educativas, además te compartimos otros beneficios que adquirirás al ser parte de nuestra universidad.
Habilidades que desarrollarás al estudiar esta Maestría
Con la Maestría en Competencias Educativas desarrollarás las siguientes habilidades:
- Examinar la eficacia de la enseñanza, las buenas prácticas y el liderazgo mediante indicadores de calidad.
- Diferenciar las prácticas educativas basadas en la competencia.
- Identificar las situaciones en las que se aplican métodos y técnicas de investigación cuantitativos o cualitativos.
- Desarrollar el hábito de documentar la práctica según las directrices de investigación aprobadas internacionalmente.
- Elaborar y gestionar proyectos para la inclusión, centrándose en la diversidad y el trabajo en equipo interdisciplinario.
- Detectar las necesidades y oportunidades de desarrollo de los estudiantes y basar su práctica académica en ellas.
- Mantener un clima en el aula que favorezca el aprendizaje y la convivencia.
- Analizar las prácticas de enseñanza y evaluación para sacar conclusiones que ayuden a mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
- Participar en la elaboración de sugerencias de mejora en diferentes áreas de la práctica a partir de la reflexión basada en la práctica.
- Desarrollar una intervención práctica en el ámbito de la investigación educativa.
Salidas profesionales de la Maestría
Tras finalizar la Maestría en Competencia Educativa, podrás acceder a perfiles como:
- Profesores de educación infantil y primaria
- Profesores de educación secundaria, bachillerato y formación profesional
- Profesores universitarios de las diferentes especialidades
- Formadores en programas de formación continua de profesionales de la educación
- Equipos directivos de centros educativos
- Profesionales de administraciones educativas
- Responsables o trabajadores de programas educativos de instituciones culturales o de carácter social
- Responsables de procesos de innovación en la formación de instituciones y empresas de cualquier índole
En Cesuma Universidad Internacional del Talento estamos comprometidos con la educación.
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