Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Son un conjunto de 17 objetivos interconectados desarrollados en 2015 por la Asamblea General de la ONU como un «plan para lograr un futuro mejor y más sostenible para todos».
En septiembre de 2015, en la Cumbre de Desarrollo Sostenible celebrada en la sede de la ONU en Nueva York, 193 Estados miembros de la ONU y la sociedad civil mundial adoptaron formalmente una nueva agenda de desarrollo sostenible, titulada Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Esta agenda incluye 17 objetivos y 169 metas.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se basan en los principios acordados en la resolución A/RES/66/288, titulada «El futuro que queremos».
Objetivos de desarrollo sostenible
1. Erradicar la pobreza
El 10% de la población mundial (más de 700 millones de personas) vive hoy en día en la pobreza, luchando por satisfacer las necesidades básicas: acceso a la salud, educación, agua y saneamiento. A nivel mundial, la tasa de pobreza en las zonas rurales es del 17.2%, más de tres veces superior a la de las zonas urbanas.
Para la población trabajadora, tener un empleo no garantiza un nivel de vida decente. El 8% de los trabajadores del mundo y sus familias, uno de cada cinco niños, viven en la extrema pobreza. Garantizar la protección social de todos los niños y otros grupos vulnerables es crucial para reducir la pobreza.
El crecimiento económico debe ser inclusivo para generar empleos sostenibles e igualdad.
2. Erradicar el hambre
Las estimaciones actuales indican que el 8.9% de la población mundial (casi 690 millones de personas) vive con hambre. En los últimos años se ha producido un aumento constante del número de personas hambrientas. Los conflictos provocados por el hombre, el cambio climático y la recesión económica son las principales causas. Si la tendencia se mantiene, el número de personas que padecerán hambre superará los 840 millones en 2030.
Hay que tomar medidas para hacer llegar la ayuda alimentaria y humanitaria a las zonas más amenazadas, y hay que introducir cambios fundamentales en el sistema alimentario y agrícola mundial.
El aumento de la productividad agrícola y la producción sostenible de alimentos son fundamentales para reducir el riesgo de hambre.
El sector agroalimentario ofrece soluciones clave para el desarrollo y es fundamental en la lucha contra el hambre y la pobreza.
3. Buena salud y bienestar
En las últimas décadas se han logrado importantes avances en la mejora de la salud de millones de personas: aumento de la esperanza de vida y reducción de algunas causas comunes de muerte relacionadas con la mortalidad infantil y materna.
Se necesitan más esfuerzos para eliminar por completo una amplia gama de enfermedades y abordar los problemas de salud. Garantizar una financiación eficaz de los sistemas sanitarios, mejorar el saneamiento, la higiene y aumentar el acceso a los médicos supondrá un avance significativo.
Un elemento clave del desarrollo sostenible es garantizar estilos de vida saludables y promover el bienestar para todos.
4. Educación de calidad
En la última década, se han producido grandes avances en la ampliación del acceso a la educación y el aumento de la escolarización en todos los niveles. Sin embargo, casi una quinta parte de los niños del mundo (unos 260 millones) no están escolarizados y más de la mitad de los niños y adolescentes del mundo no alcanzan los niveles mínimos de aprendizaje.
La educación de calidad es la base para una vida digna y un desarrollo sostenible.
5. Igualdad de género
En las últimas décadas se han producido avances: más niñas van a la escuela, menos niñas se ven obligadas a contraer matrimonios tempranos, hay más mujeres en el parlamento y en puestos de liderazgo, y se están reformando las leyes para garantizar la igualdad de género.
Sin embargo, siguen existiendo muchos retos: las leyes y normas sociales discriminatorias siguen siendo omnipresentes, las mujeres también están infrarrepresentadas en todos los niveles del liderazgo político, y una de cada cinco mujeres y niñas se enfrenta a la violencia.
La igualdad de género no solo es un derecho humano básico, sino un fundamento esencial para la paz, la prosperidad y el desarrollo sostenible.
6. Agua limpia y saneamiento
Aunque se han realizado importantes avances en la mejora del acceso al agua potable y al saneamiento, miles de millones de personas siguen careciendo de estos servicios básicos. En todo el mundo, una de cada tres personas no tiene acceso a agua potable, dos de cada cinco no disponen de instalaciones básicas para lavarse las manos con agua y jabón.
El agua limpia y accesible para todos es esencial para un mundo sostenible.
7. Energía asequible y limpia
La energía es cada vez más sostenible y está más extendida, el acceso a la electricidad en los países pobres se está acelerando, la eficiencia energética está mejorando y el uso de fuentes de energía renovables se está extendiendo.
No obstante, hay que prestar más atención a la ampliación del acceso a combustibles y tecnologías limpias y seguras, aumentando el nivel de electrificación en los países pobres.
La energía es un factor clave para los retos actuales.
8. Empleo digno y crecimiento económico
Un crecimiento económico sostenido e inclusivo puede promover el progreso, crear empleos decentes para todos y mejorar el nivel de vida.
Hay que reconsiderar las políticas económicas y sociales para erradicar la pobreza.
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