El crecimiento de este sector se observa con especial intensidad desde finales del siglo XX hasta la actualidad. El vector de la economía de mercado en el mundo ha obligado a utilizar la logística, introduciéndola en todos los sectores de la economía.
El sector del transporte es hoy una de las principales fuentes de contaminación. No es casualidad que, desde el estallido de la epidemia de coronavirus y las restricciones impuestas, se hayan popularizado las imágenes y los informes sobre el estado cambiante del medio ambiente debido a la reducción de la presión sobre el mismo.
Es el primer sector que emite gases de efecto invernadero y el primer consumidor de productos petrolíferos.
El transporte logístico tiene su propio impacto negativo en diferentes componentes del medio ambiente: contaminación del aire atmosférico, del agua, del ruido, destrucción de la capa de ozono, etc.
Contaminación atmosférica y emisiones de gases de efecto invernadero
Son las fuentes móviles de contaminación (el transporte) las que tienen un impacto significativo en el aire atmosférico.
El transporte funciona con combustible, cuya combustión crea partículas finas que contaminan el aire. Estas partículas no sólo son peligrosas y cancerígenas para los seres humanos, sino también tóxicas para los ecosistemas. La exposición a estas partículas acorta la esperanza de vida humana y afecta a los recién nacidos. Una serie de enfermedades son precisamente causadas por la contaminación del aire.
A todo esto hay que añadir los gases de efecto invernadero que emiten los vehículos, que son perjudiciales para el medio ambiente y devastadores para la capa de ozono.
Contaminación del agua
Pasando al transporte acuático. El impacto medioambiental del transporte logístico también incluye los océanos, las masas de agua y las aguas subterráneas. Hemos visto desarrollarse sin cesar las catástrofes medioambientales, precisamente porque los petroleros se han hundido, causando daños permanentes en el ecosistema de los océanos y las costas. Además del ecosistema oceánico, las aguas subterráneas y los ríos se ven perjudicados. Por ello, esta forma de contaminación amenaza los recursos biológicos acuáticos y se teme que pueda provocar su extinción a largo plazo.
Contaminación acústica
Un problema medioambiental importante es la contaminación acústica de los distintos medios de transporte.
El transporte genera mucho ruido. Por regla general, el transporte implica a los camiones y, debido a su tamaño, genera mucho ruido. Pero no es el único problema, el ruido proviene de los motores, los neumáticos, la fricción, el contacto con los raíles (en el caso del transporte ferroviario), el ruido de las turbinas de los aviones y de los edificios (estaciones de tren, aeropuertos).
El ruido tiene un efecto negativo en todos los seres vivos de las inmediaciones.
Consumo de energía
Como ya se ha dicho, muchos medios de transporte funcionan con combustible. La demanda crea la oferta. El desarrollo de las infraestructuras de transporte y logística requiere la expansión del complejo de combustibles y energía.
Las infraestructuras de transporte también se desarrollan y ocupan más espacio, lo que (junto con los daños y la contaminación ya mencionados) cubre una enorme superficie y afecta a una gran proporción de seres vivos.
Políticas de la empresa
Sin embargo, hoy en día existe una mayor conciencia de los problemas señalados. Y los gobiernos, las compañías navieras y el público en general han tomado conciencia.
En la empresa moderna, sobre todo a nivel de marketing internacional, el fenómeno ESG es muy popular. Se trata de inversiones que tienen un impacto positivo en las instituciones sociales y el medio ambiente.
Una de las direcciones de estas inversiones es el medio ambiente. El objetivo de esta dirección es dejar de estropear el medio ambiente, al menos activamente.
Las empresas con visión de futuro de diversos sectores buscan formas de hacer que sus operaciones sean más respetuosas con el medio ambiente. Reconocen la importancia de mantener un planeta habitable para las generaciones futuras y, en consecuencia, la comunidad empresarial exige que se respete el medio ambiente.
La industria logística no es una excepción, ya que es una parte esencial de la economía. Las empresas de logística se esfuerzan por seguir las tendencias y reducir al mínimo el impacto medioambiental.
¿Cómo se traduce esto en una reducción de la contaminación?
Transporte
El transporte se está optimizando; las empresas intentan renovar sus flotas sustituyéndolas por vehículos con motores más ecológicos, que causen menos daño al medio ambiente, y vehículos que hagan menos ruido.
La logística es una industria amplia, y cuando hablamos de ecologizar el sector, no sólo nos referimos al transporte, sino también a los elementos relacionados.
Almacenamiento
Una buena planificación de los almacenes también reduce el impacto en el medio ambiente. Las empresas de logística invierten mucho en el reequipamiento de los almacenes con la última tecnología diseñada para mejorar las condiciones de almacenamiento de determinadas mercancías, aumentando los niveles de seguridad y garantizando que determinadas mercancías se almacenen de forma respetuosa con el medio ambiente.
Las propias instalaciones están equipadas con sistemas de refrigeración y ventilación de bajo consumo. Estos equipos son realmente muy prometedores tanto para el medio ambiente como para las empresas. Las tendencias se dirigen hacia un enfoque más moderado del consumo. La sustitución de varios elementos de la sala por otros de alta eficiencia energética permitirá incluso ahorrar dinero a la empresa a largo plazo. La planificación y el diseño eficientes desde el punto de vista medioambiental y energético es uno de los principales objetivos de las empresas de hoy en día.
Embalaje
Uno de los retos logísticos es también el embalaje de las mercancías. La apuesta por un embalaje racional, óptimo y respetuoso con el medio ambiente es un aspecto importante de la logística verde.
En este caso haría falta poner en marcha un programa de embalaje eficiente de los artículos, en el que se embalarán de forma que puedan tener el tamaño adecuado y no haya espacio sobrante. Estas soluciones también reducen el número de vehículos necesarios para el transporte, ya que el envase ocupa menos espacio y la cantidad de espacio libre aumenta, lo que permite llenarlo con artículos adicionales.
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