El proceso de gestión de la cadena de suministro (SCM) consta de los cinco pasos necesarios para crear y entregar productos y servicios de calidad a los clientes, a tiempo y dentro de los presupuestos establecidos. La SCM ayuda a las empresas a establecer planes claros para adquirir recursos, crear y entregar productos, además de mantener relaciones positivas con los clientes.
Planificación
Para garantizar la existencia de inventarios para todo el proceso de fabricación, una empresa debe analizar la demanda, planificar las materias primas y los suministros y calcular las necesidades de producción y distribución. En esta fase, también hay que determinar qué recursos y operaciones se producirán internamente y cuáles tendrán que subcontratarse, y definir los requisitos para ello. Una cuestión clave que hay que tener en cuenta es la fluctuación de la demanda, que puede afectar a la disponibilidad de recursos y al alcance necesario de la oferta.
Adquisiciones
A continuación, hay que evaluar y seleccionar a los proveedores que pueden proporcionar los materiales y servicios necesarios dentro del presupuesto y de la manera más eficiente. El objetivo es encontrar los recursos adecuados para satisfacer los requisitos de producción y garantizar que lleguen a tiempo, sin interrupciones ni costes innecesarios. Los procedimientos relacionados incluyen: la contratación de proveedores, la inspección de las mercancías entrantes y el almacenamiento.
Producción
En la producción del producto final, es esencial asegurarse de que cumple los requisitos del consumidor (calidad) y el volumen de la demanda (cantidad). Esta fase incluye principalmente la fabricación, la inspección y el envasado de los productos. Los procesos relacionados incluyen la gestión de la capacidad y los recursos, la mejora continua del proceso de producción y la logística interna.
Entrega
Garantizar la entrega de los productos sin problemas tiene un impacto directo en la satisfacción del cliente y en la imagen de la marca. Este proceso consta de varios sistemas clave:
- Gestión de pedidos (mantenimiento de una base de clientes, registro de pedidos, mantenimiento de una base de datos de productos y precios).
- Gestión de almacenes (preparación de pedidos, embalaje, etiquetado).
- Gestión del transporte (gestión de los flujos de productos, coordinación, seguimiento y garantía de calidad de las entregas).
Devolución
Además de los envíos, es importante proporcionar asistencia al cliente, especialmente en lo que respecta a las devoluciones de mercancías y productos. Esta fase, también denominada logística inversa, implica una serie de procedimientos: evaluación del estado de la mercancía, tratamiento de la devolución, logística y remisión para su reciclaje o destrucción. Un proceso de devolución o cambio sin problemas es tan importante como el proceso de entrega, ya que influye en la experiencia general del cliente con la empresa.
Las organizaciones pueden enfocar la SCM de forma diferente en función de sus objetivos, las características de su mercado y los productos que suministran. Cada una de las cinco fases puede mejorarse apoyándose en estrategias específicas de cada una de ellas: representación basada en los recursos, análisis de costos de transacción, gestión logística de materiales, planificación de necesidades de materiales, gestión de la calidad total, competencia basada en el tiempo, gestión de las relaciones con los clientes, etc.
- La inteligencia artificial en la empresa - 15 de marzo de 2024
- El poder de conocerte a sí mismo - 15 de marzo de 2024
- Estrategia y poder en las empresas de consultoría política - 15 de marzo de 2024