Autor: José Victor Vázquez Juárez
La educación en derechos humanos
En la Declaración de las Naciones Unidas sobre Educación y Formación en Derechos Humanos, se señala de manera específica que la educación y la formación en materia de derechos humanos son esenciales para la promoción del respeto universal y efectivo de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas.
Pero además precisa algo muy importante: que esta educación tenga como objetivo la prevención de abusos y violaciones a derechos humanos, que desde luego en estos tiempos es muy necesario, ya que puede proporcionar capacidades y desarrollo de actitudes con la finalidad de promover una cultura universal de derechos humanos; es decir, formar ciudadanos comprometidos con estos derechos. Es importante considerar que esta educación nos conduce a estar comprometidos con un fin esencial que persiguen diversas Organizaciones Internacionales en derechos humanos, como lo es la justicia social.
Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la justicia social, que es uno de sus objetivos básicos, es entendida como el acceso equitativo a los derechos y oportunidades. Lo que se pretende es acabar con las injusticias y privaciones de la gran mayoría de personas.
Efectivamente, estar comprometidos con la justicia social significa la búsqueda de igualdad de oportunidades y de equidad, que las personas desarrollen su potencial, que se alcance un nivel de vida digno y se reduzcan las dificultades. Y por supuesto que no se nace con ello ni se aprende de un día para otro. Ello significa una formación integral cotidiana que se aprende y se desarrolla de una manera práctica.
Pero, ¿qué promueven los derechos humanos?
Cabe preguntarnos qué promueven los derechos humanos, a qué hacen referencia, qué buscan, y sobre este punto diversos autores, incluidas algunas disposiciones jurídicas, señalan que los derechos humanos son atributos inherentes a la dignidad y, desde luego, que las autoridades deben respetar. La palabra dignidad implica el orgullo, la grandeza, la honra, honorabilidad, el amor propio, la autoestima, lo que es una persona o su condición, su valor intrínseco.
Las autoridades y, desde luego, todos como sociedad, estamos obligados a respetar la dignidad de todas las personas, que es el cimiento de los derechos humanos. Son tan importantes que en el artículo primero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se señala: “todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución”.
Es decir, no existe ninguna persona que no tenga o goce de estos derechos. Además, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, documento más ratificado por diversos países a nivel internacional, promueve la igualdad, la paz, el bienestar general, la justicia, la propia vida, la dignidad, el respeto, la libertad, la fraternidad, la cooperación, la amistad y el diálogo, considerados como puntos esenciales para el desarrollo pleno de cualquier persona. Todo lo anterior implica, entre otros diversos derechos, el contenido de la promoción y búsqueda de los derechos humanos.
¿Cuál es la propuesta de la educación en derechos humanos?
Un modelo que puede hacer permisible la formación o búsqueda educativa de lo que se viene detallando es la educación en derechos humanos, que se puede desarrollar a cualquier edad, nivel educativo o lugar. Permite que desde muy temprana edad aprendamos nuestros derechos, pero también los de la persona de enfrente y, desde luego, la forma de hacerlos efectivos.
La educación en derechos humanos puede proporcionar conocimientos en esta materia y, además, cómo protegerlos. Pero también, como se comenta, busca desarrollar competencias y aptitudes del cómo aplicar los derechos humanos en nuestras actividades básicas, como en la escuela, en el trabajo, en la casa o con nuestros vecinos; eso resultaría grandioso.
Imaginemos, por un momento, que nosotros, siendo niñas o niños, nos estén en este momento enseñando temas como la igualdad, el bienestar general o la justicia, además de la amistad, la cooperación o el diálogo. De forma muy segura, nos cambiaría nuestro destino y este mundo cada vez más caótico lo veríamos diferente; seríamos ciudadanos comprometidos con la justicia social. La educación en derechos humanos no consiste en solo aprenderse de memoria ciertos derechos, como dirían los más aguerridos en contra de los derechos humanos, sino también sus obligaciones; no solo se enseñen sus derechos.
Esta propuesta educativa va más allá: es vivirlos, sentirlos, sufrirlos; es acción, movimiento, ponerlos en práctica, ser sensibles a las necesidades de las personas. Una finalidad que persigue la educación en derechos humanos, como podemos percibir, es la promoción de valores que conduzcan a buscar la paz, la cohesión social y, desde luego, al respeto de la dignidad humana.
Desafíos de la educación en derechos humanos
Pero su alcance todavía es mayor; la educación en derechos humanos puede y debe asociarse a la problemática que nos rodea, como la injusticia, la pobreza, la violencia social, la violencia familiar, la violencia laboral, el maltrato infantil, la impunidad, la corrupción, la discriminación, la intolerancia, entre otras muchas prácticas negativas. Y desde luego provocar soluciones, el planteamiento concreto de qué hacer ante las manifestaciones negativas.
En conclusión, si promovemos la educación en derechos humanos, los beneficios sociales serían de gran valía. Se procuraría la formación de ciudadanos comprometidos con la justicia social, que buscarían soluciones a las injusticias, arbitrariedades, a la igualdad de oportunidades, a la búsqueda de una vida digna, al respeto de la dignidad y la manera de enfrentar la violencia en todas sus manifestaciones.
La educación en derechos humanos es el vehículo ideal para recuperar a personas que han dejado a un lado los valores y su autoestima. Esta propuesta educativa propone el respeto hacia la persona por el simple hecho de serlo. La apuesta de la educación en derechos humanos es formar a una persona ética, crítica, creativa, trascendente y respetuosa de los derechos humanos.
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