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El objetivo de la Nueva Evangelización
La Nueva Evangelización tiene como objetivo renovar, adaptar y difundir el mensaje del Evangelio al mundo contemporáneo, especialmente en sitios que ya han sido evangelizados en el pasado pero que han perdido el sentido de la fe.
En la encíclica «Redemptoris Missio» de Juan Pablo II, su santidad resalta la importancia de la misión en la Iglesia católica y cómo debe adaptarse a los desafíos y contextos contemporáneos para continuar compartiendo el mensaje de amor, redención y salvación de Cristo por el mundo.
La encíclica menciona tres ámbitos clave de la misión que son la actividad pastoral ordinaria, la «nueva evangelización» y la misión «ad gentes» dirigida a personas y lugares que no han conocido a Cristo. Esta última, en particular, se puede contextualizar en tres dimensiones: geográfica, sociológica y cultural.
Las dimensiones de la Nueva Evangelización:
- El ámbito geográfico o territorial es esencial, pero para la Iglesia no solo se trata de difundir el Evangelio en áreas geográficas cada vez más extensas o poblaciones cada vez más numerosas. Implica transformar, con la fuerza del Evangelio, los criterios de juicio, los valores determinantes, los intereses, las líneas de pensamiento, las fuentes de inspiración y los modelos de vida de la humanidad, que están en contraposición con la Palabra de Dios y su plan de salvación. Es necesario llegar a los puntos críticos de la sociedad humana en todos los ámbitos sociales y culturales.
- Los ámbitos sociológicos, ya que existen situaciones sociológicas que no siempre se pueden clasificar en el ámbito geográfico, sino que conforman el ámbito sociológico, como conglomerados urbanos multi religiosos y multiculturales (megalópolis), migraciones (por trabajo, estudio, exilio, turismo…), situaciones de pobreza e injusticia, grupos sociales específicos (juventud, familia, trabajadores), etc.
- Los ámbitos culturales: que incluyen ciertos puntos neurálgicos donde se gesta el pensamiento humano o la actuación ética: culturas antiguas existentes, cultura emergente a nivel mundial, centros educativos, investigación científica (por ejemplo, bioética, espacial, etc.), creaciones y expresiones artísticas, relaciones internacionales, encuentros interreligiosos a nivel mundial, actitudes de diálogo, ecología, etc.
Los nuevos areópagos en la Nueva Evangelización
Los areópagos son los desafíos que la Iglesia debe enfrentar en la misión, es decir orientada hacia grupos humanos, contextos socioculturales en los cuales Cristo y su Evangelio no son conocidos, o donde las comunidades cristianas no están lo suficientemente maduras como para encarnar la fe en su entorno y transmitirla a otros grupos.
El desafío de estos nuevos areópagos radica en que la Iglesia profundice en su carácter innato de universalidad, que no tiene fronteras en la geografía, la sociología, la historia y la cultura.
Muchos espacios de hoy respiran la llamada cultura horizontal, donde el hombre contemporáneo se ha vuelto incapaz de mirar hacia lo alto. Quizás porque cree que no le falta nada. O lo que es más lamentable, porque lo ha perdido todo, incluso la esperanza.
Dentro de este escenario existen otros desafíos en la misión de la Nueva Evangelización, entre ellos se destacan desafíos como la secularización, el pluralismo religioso, la pobreza, la injusticia social, la rápida difusión de las ideas en la era de la información y la desinformación o divulgación de información falsa mediante las redes sociales.
Conclusión
Los ámbitos de la Nueva Evangelización que se destacan por el Papa Juan Pablo II, representan un llamado vital y actualizado para prolongar el mensaje del Evangelio en un mundo en constante cambio. Este esfuerzo reconoce que la fe no solo debe extenderse en términos geográficos, sino también abordar desafíos sociológicos y culturales.
Es un recordatorio de que la Iglesia debe adaptarse y responder a los contextos contemporáneos, transformando valores y pensamientos que no van en línea con el evangelio y la enseñanza de Cristo. La misión va más allá de los límites territoriales, alcanzando a la sociedad en sus puntos cruciales y proclamando la esperanza y el amor de Dios en medio de los desafíos de la era actual.
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