Una gestión de stocks adecuada ayuda a respaldar el proceso de producción y a atender las necesidades de los clientes en el momento oportuno. En consecuencia, con la política adecuada, la empresa puede maximizar los beneficios.
Objetivos de la Política de Gestión de Stocks
El objetivo fundamental de la gestión de inventarios es garantizar los procesos de producción y reducir los costes asociados. La finalidad es generar beneficios, para garantizar la estabilidad de las operaciones. Tenga en cuenta los objetivos de la política:
- Establecer la cantidad exacta de existencias disponibles en un momento dado.
- Identificar la cantidad de inventario que se va a comprar en un futuro próximo.
- Determinar el plazo de entrega óptimo de los pedidos.
Ventajas de competitividad
La gestión consiste en el cálculo de los índices de existencias, el control de los volúmenes reales y la reposición oportuna de las existencias. Una política que funcione bien es necesaria para conseguir las siguientes ventajas de competitividad:
- Disminución de las mermas derivadas de la escasez de materias primas.
- Reducción del exceso de existencias.
- Aumento de la tasa de rotación.
- Reducción de los costes de la empresa por almacenamiento de existencias.
- Optimización de la fiscalidad.
- Reducción de las pérdidas por deterioro o depreciación de las reservas.
Procedimiento de gestión de stock
La gestión de stock es un procedimiento concreto que implica el siguiente protocolo:
- Análisis del volumen de inventario del periodo anterior. Durante esta etapa, se establece el volumen de suministro realmente necesario. Además, se establece la eficacia de su uso.
- Se determinan los objetivos para el uso de las reservas. Por ejemplo, puede ser la provisión máxima de producción en el momento, fijando el tamaño de la oferta en el periodo estacional.
- Optimización de la cantidad de reservas para la producción principal. En otras palabras, se determina la magnitud que realmente se necesita.
Gestionar el tamaño óptimo del stock
Si la optimización se ejecuta de forma incorrecta, puede dar lugar a estos puntos negativos:
- Ausencia de fondos para respaldar la producción que está en circulación.
- Alteración del funcionamiento normal de los almacenes.
- Reclamaciones de clientes y consumidores.
- Expiración de la vida útil de los productos.
Estos criterios deben orientar a la hora de establecer el volumen óptimo:
- La política de precios del fabricante.
- Especificidades de la adquisición y venta de productos.
- Factores externos. Sobre todo, la competencia.
No se debe permitir el exceso de existencias. Esto puede llevar a las siguientes consecuencias negativas:
- Aumento de los costes de almacenamiento.
- Aumento excesivo del impuesto sobre la propiedad.
- Riesgo de que no se produzcan ingresos por los excedentes de productos.
- Expiración de la vida útil.
La insuficiencia de producción, a su vez, provoca estas consecuencias:
- Suspensión del proceso de producción.
- Reducción del tamaño de las ventas.
- La necesidad de comprar urgentemente materias primas adicionales en condiciones desfavorables.
La principal consecuencia de una política inadecuada es la aparición de pérdidas de beneficios para la empresa.
Análisis de datos
La optimización implica el análisis de datos. El procedimiento consiste en combinar los siguientes pasos:
- Análisis de la demanda real. Si los consumidores compran 50 unidades de un producto en una tienda, no tiene sentido comprar 200 unidades. Por lo tanto, es necesario analizar con precisión el nivel de demanda actual de los productos. A partir del análisis realizado, la empresa podrá comprar exactamente el número de existencias que podrá vender antes de la futura compra.
- Cálculo de stocks de seguridad. Para el cálculo es necesario tener en cuenta todos los factores que afectan a las ventas. Por ejemplo, podría ser la demanda estacional, el comportamiento del consumidor. Por ejemplo, los consumidores compran en promedio 1000 unidades de productos al mes (esta es una barra promedio), sin embargo, en teoría la demanda puede llegar a las 1, 200 unidades. El stock de seguridad óptimo sería de 200 unidades. El cálculo puede hacerse en función de estas estrategias: aumentar los beneficios, reducir el volumen de compras, reducir los costes de almacenamiento, satisfacer las necesidades de los consumidores.
- Análisis de superávit y déficit. Este procedimiento establece la situación vigente. Por ejemplo, los representantes de una empresa pueden cometer un error sistemático: comprar cantidades excesivas de productos. El análisis asegurará la reducción de los riesgos probables.
- Optimización de la línea de productos. Los bienes con demanda caótica o estable son identificados.
- Informes de gestión. Toda la información se entrega a la dirección en modo de informe. La detección a tiempo de las tendencias negativas le permite estabilizar rápidamente la producción, evitando pérdidas importantes.
La gestión del inventario se realiza con base a la información recabada.
- La inteligencia artificial en la empresa - 15 de marzo de 2024
- El poder de conocerte a sí mismo - 15 de marzo de 2024
- Estrategia y poder en las empresas de consultoría política - 15 de marzo de 2024